El Dirigible

Con permiso ¿puedo pasar? Sólo quería comentarles acerca de un pequeño problema, nada grave… vaya, por dónde empezar; buenos días, señor Federico, don Alexis ¿cómo les va? Muy lindo quedó lo del otro día con Luis Carlos, no, en serio, se notó que a su majestad ilustrísima le gustó, al menos se enganchó bastante con ustedes, mal que bien los tuvo media hora… pero, en serio, a mí al menos me gustó, me terminó doliendo no haber podido ir, es que… bueno, ustedes ya saben. Je, me gusta imaginarme la cara de Cotelín admitiendo que bueno, je, alguna diablura también él cometió, por eso les digo, le debe haber gustado tenerlos, sino esas cosas no las dice; es material para tontines, pero ¿saben? Hay algo curioso… mientras llegaba a casa, a eso de las cinco y media, me encontré escuchando los fallos en la 42, claro, hasta que me puse a escuchar a Cotelo, pero, qué curioso ¿no? Justo ustedes, en el Salvo, el edificio donde el Graff Zeppelin (¿es así que se dice, don Alexis?) pasó a la hora que Baltasar Brum se suicidaba, a la misma hora, y por eso nadie le sacó la foto al momento del impacto, o eso entendí del libro de Onetti –decir que eso entendí de la película sería mentira, nadie la entendió- y ustedes, mientras estaban en ese mismo palacio, saliendo en radio, justo tenían que salir, a esa misma hora, los fallos del carnaval, que, convengamos, mucha gente los escucha, y, a decir verdad; qué aburridos que son, igualitos al aviso a los navegantes que sale en radio clásica, sólo que con voz de varón... pero bueno, uno no es de piedra, y por más que no me guste el carnaval algo quise escuchar, y, supongo que ahí es donde aparece el problema… don Alexis, sabe usted bien que le pedí que me mandara saludos, y creo yo que fue algo que no hizo, pero claro, tal vez me nombró justito cuando yo pasé un instante a la 42, debe haber sido ahí, en ese mismo momento me debe haber saludado usted, cuando me picó la curiosidad de saber cuál había sido la humedad de agarrate catalina, pero ¿saben? Cuando yo llegué, se ve que eso ya había pasado…