Porque
Está acoplando está cumpliendo cuatro años y sería lógico haber aprendido algo mientras tanto. Los horarios de los ómnibus no. Podríamos perfectamente, saberlos de memoria. Lo más emocionante que hemos echo con Alexis para
Estacoplando es visitar radios de madrugada. Y como somos asalariados como Luis Carlos siempre viajamos así, o caminando.
Misteriosamente nunca nos robaron, eso que la calle está peligrosa, inclusive la vereda. Creo que por la pinta, o por lástima, o por ambas. Lo cierto es que jamás supimos los horarios de los buses para volver hacia nuestra barriada por eso de mantener la llama viva, y qué raro mencionar algo vivo vinculado con nosotros.
Presenciamos unos cuantos programas en vivo, a veces los conductores estaban dormidos, o empastillados. Los operadores no duermen, lo sabe cualquiera que haya pisado una radio. El que estuvo en la Universal puede mandarse la parte de haber pisado un pedazo de historia de la radiofonía uruguaya. Según nos contaron, esos cuadrados de plástico, que alguna vez también fueron pisos de los primeros Leyland tenían más de cuarenta años, y la mugre que se acumulaba entre sus rendijas, unos meses menos.
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